De mi no hay mucho que decir, pero lo poco es mejor decirlo ahora.
Soy amante del rock en español y de los buenos besos.
Sensible al tacto, y al tonto.
Amo el olor a tierra mojada y a cerveza derramada,
el olor de un aliento pecador,
Odio el olor a pescado, a rosas y el de esa loción.
Amo los besos en la espalda, en el costado y más abajo.
Odio que rasquen y que me toquen los pies.
Siempre huyo del abrazo, del contacto de personas no tan cercanas.
Soy lagrima fácil, pero si es necesario puedo ahogar mi alma en ellas,
Disfruto de un buen baile, aprendí a hacerlo con los mejores,
mis primeros recuerdos tienen a mis papás bailando como solo ellos saben,
sonriendo para mi e invitándome a girar siguiendo sus pasos.
Podría comer pasta cada día de la semana e igual estaría feliz.
Amo cocinar, amo los olores, amo probar antes de servir, amo servir, y ver la cara
de otros disfrutando y agradeciendo.
No puedo dormir sin mi chocolisto. Siempre he tenido miedo de dormir sola.
Amo la gimnasia, aunque las caídas me dañaron los tobillos y ahora caminar
sin caer es un desafío.
Nunca cantaba, ahora lo hago solo para mi hijo.
Amo a mi hijo, es mi feliz accidente, es de esas cosas que uno no espera
pero que no solo cambian la vida, también la llena, la vuelven feliz.
Amo al padre de mi hijo, de todas mis buenas elecciones, él es el mejor.
No suelo odiar personas, pero cuando lo hago, lo disfruto
Tengo a tres ángeles en el cielo, los siento y los extraño.
Mi vida es una vida feliz, no tengo mucho que pedir, todo
lo que siempre quise está al alcance de mis manos y estoy agradecida.