martes, 8 de abril de 2014


En ese momento en que uno va cayendo lentamente en un abismo que parece no tener fin,
llega él, con algunas palabras bonitas, y con muchos regaños a detener una caída inminente.
En ese momento en que uno pierde la esperanza, y se sumerge en la tristeza, él me hala las orejas, me seca las lagrimas y aclara las cuentas. Ahí en ese momento es que uno sabe lo que es el amor, el de verdad. Cuando alguien te ve en las peores condiciones físicas y emocionales y aun así no teme acercarse, utilizando todas las estrategias posibles, sin rendirse hasta lograr ponerle fin al caos.
Porque no hay nada más bonito que alguien que hable con franqueza, que le diga a uno los errores en la cara, no restregándolos, sino exponiéndolos, para hacerlos más tangibles y así, darles una oportunidad de ser enmendados. Pero que luego de eso, también resalte tus aciertos, tus virtudes, que te enamore no con la frase de todos "Eres la más bonita del mundo" sino con la frase de él... "Eres la mujer más inteligente que he conocido".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VISITAS